En Pico de las Nieves (Gran Canaria)
Hola Joaquín:
Creo que desde las primeras páginas de "Los árboles te enseñaran a ver el bosque", quise hacer esto, escribirle.
Aquí me ha traído su libro, no por lo leído, si no, por lo vivido. Gracias.
Hace mucho tiempo que no escribo cartas, aunque formaron parte de mi vida durante muchos años, antes de toda esta vanidad de redes sociales, yo conocí gente a otro ritmo, poco a poco, cuanta belleza en aquellos sobres de colores, en aquellas hojas que muchas veces llevaban el olor de quien escribe, cuanto había en una caligrafía que hablaba más que las palabras que creaba, y esta es la cadencia que he encontrado en su libro, la misma que encuentro también, como usted, en la naturaleza.
En un momento en que quieren que nos describa el tamaño o la elección de una fuente, entre "times new roman" o "calibri" me quedaría con la segunda, por estar a una letra de tener magia y de convertirse en ave para salir volando, sin olvidar que cada uno tenemos una propia, que nos define. Quizá buscando tanta forma y perfección, hemos dado un paso atrás ante los renglones torcidos del ímpetu, la letra tranquila cuando nos abrimos al mundo, al otro, y a nosotros mismos , las nuevas palabras que nos hacían abrir diccionarios que olían a madera y miel, el tiempo, que se podía medir entre carta y carta, el regalo inesperado de abrir el buzón, por decisión propia y sin avisos parpadeantes, aquellas frases sin voz pero con alma, aquel mundo tenía otra textura, en realidad, me encantaría tener su dirección y no su correo electrónico, para poder escribir esta carta debajo de uno de los algarrobos con los que vivo, para que pudiese leerla bajo una de las encinas con las que late. A vivos ojos, los dos.
Creo que me he ido por las ramas, pero podrá entenderme, cuando usted nos llama emboscados, cuando yo hace tiempo que de vez en cuando me convierto en árbol.
Escribo, les escribo, y me describo entre árboles. Muchos de mis escritos hablan de ellos, todos mis textos nacen de allí. Me pierdo mil veces en la naturaleza, para encontrarme en las abejas que polinizan flores, en las mariposas de altura, en la luz que juega a colarse entre las hojas, en las canciones que vienen del pequeño bosque de detrás de casa, en los cielos de colores que dibuja el viento, pero hay algo de monumental en los viejos árboles, una gravedad colosal. He encontrado este magnetismo entre sus páginas, pero sobre todo he encontrado ese amor entre sus letras.
Gracias Joaquín por esta charla entre emboscados, esperaré su respuesta, pero esta vez mirando el buzón.
Gracias por tanta belleza.
Con mucho cariño.
Silvana Pastor
P.D : Mi dirección está en el reverso. Ah! he empezado "Somos agua que piensa".
De segur que Joaquín estarà ben desvanit de rebre un mail tan bonic. Compartisc amb tu l'anhel, el gust i el plaer d'escriure i rebre cartes. Sembla que les coses amb essència tenen cada vegada menys cabuda en este món en què vivim. Per sort, quedem gent la bogeria suficient per aconseguir que no moren.
És un plaer llegir.te sempre amiga💚
P.D: Dos llibres més a la llista per "culpa" teua🤭